Recupero la idea de la ligereza como fuente de sosiego. Pero me refiero a la ligereza estomacal, no a la de mente o espíritu. Quizás sea la mismo, y en última instancia se consigan efectos similares, o talvez ésta sea una puerta para alcanzar las dos anteriores.
Ayuno a la medida: ¿De qué sirve ayunar si no cuesta exfuerzo alguno? No comer por falta de habre no significa ayunar. Claro, la noción de ayuno implica sacrificio, más allá de cualquier relación con religiones o prácticas espirituales. Qué se yo, recuerdo a David Bowie, anoréxico, negándose a comer, pasándola mal de hecho. ¿Hay que pasarla mal para ayunar? ¿El ascetismo debe ser siempre tan mal pagado? Lo sé, hablo con la misma ligereza de mi estómago, que no ha recibido alimento desde hace horas, sí, por falta de hambre. Tengo una tarea que no quiero cumplir, y en lugar de ella, me pongo a dar vueltas a temas inútiles. Sí, quizás la renuncia, el acto de desprenderse, es en sí un dolor completo que no trae ni lleva nada más. Por que lo que viene después, es tan desconocido como para el común de los seres, las recompensas póstumas del asceta.
Si luego del corte del acto, se sufre, es parte de otra cosa y no del acto en sí. El acto de desprendimiento es ajeno siempre porque nos cuesta infinitamente hacerlo. Lo ajeno no está en lo que se llevan de nosotros, sino en ese SE impersonal. "Se llevan". Alguien más tiene que hacerlo para que funcione, por ello el acto de desprenderse es un desdoblamiento del yo. Un yo bipartito que expulsa a un otro, quien será el encargado de llevarse aquello que debemos extraer. Como una muela al dentista. Él se lo lleva. Volvernos ajenos es lo que nos duele, ser otro. La alteridad es siempre dolorosa porque es ladrona. Un robo que permitimos con el último exfuerzo de soledad. Ser dos para sobrevivir.
Para ayunar, alguien más debe robar el alimento que iba a ser ingerido por uno. Ese otro se indigestará toda la noche, por su ración extra de comida. Que quede advertido.
2 comentarios:
Escibes tanta porquería junta que ya empiezas a asquearte vos misma
así es
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