Ay Dios mío, qué pasó. Qué ha pasado desde que las nuevas nociones de democracia y pluralidad, han exigido que ya no se hable de la cultura sino de "las culturas". Gracias, un punto a favor de los sociólogos, antropólogos y hasta folkloristas, por qué no. Ganaron. Resulta que ahora dentro del saco de "Las culturas" entra todo. Sí, todo lo que a usted se le ocurra que tenga que ver con el desarrollo social (llámese TODO).
Porque dentro de los elementos socio culturales, políticos e históricos entra todo. ¿De qué pluralidad estamos hablando? Cuando las discusiones acerca de la cultura se vuelven densas y pastosas porque hay que incluir a "todos y a todas" antes de herir suceptibilidades y que le califiquen a uno de defensor de "la cultura elitista". Lo popular, lo popular... que si el valor de la cultura popular y las expresiones "no cultas del pueblo"... Resulta que ahora se sataniza lo culto, malentendido como exclusivista y segregatorio por ser considerado "diversión cara". Sí, todas las comillas son de adrede, porque es absurdo caer en acepciones facilistas y ligeras.
Qué pasa cuando uno entra a un foro de discusión, taller o panel sobre CULTURA, y se vuelve una mixtura amorfa de cualquier cosa, porque cada uno quiere meter por donde más entre lo que considera como cultura. Desde discusiones de género, pasando por minorías, estudios antropólógicos, arqueología, sicología, folclor, deportes, fútbol. En fin, todo entra, quién da más. Está claro, la tendencia actual es la de sociologizar la cultura, es decir, el término cultura. Democratizarlo para volverlo un bolsillo de payaso en donde quepa todo. Desde fulano que es artesano y vende pipas talladas, hasta sutano que practica shamanismo, pasando por mengana que practica yoga, quien está sentada junto a perico de los palotes, el cual es teatrero callejero y medio hippie, que tuerce los ojos a los espectáculos del teatro Sucre. Por favor, no tengo que decir mucho para exponer la estupidez que esto significa.
No digo que todo aquello no pertenezca a la cultura en sí entendida como un proceso del conglomerado social, pero hay que separar términos y acepciones. Porque la hibridez que de repente la palabra posee, hace imposible ordenar necesidades, prioriodades, e incluso estructurar políticas culturales eficaces, si no sabemos a ciencia cierta de lo que estamos hablando.
Dejemos la sociología a un lado, la antropología, y fijémonos en una cosa: No podemos ponernos en la postura de defensores de las culturas populares (para que no me corrijan uso el plural) en detrimento de lo que es considerado como culto, primeramente. Y en segunda instancia, es terriblemente necesaria una separación de orientaciones e intereses. Vamos, que es estúpido unir a un shamán con un cantante lírico como parte de lo mismo. No lo es. Separemos contextos, por favor.
Por ello, es menester reunir todo lo que tiene que ver con las artes y las letras por un lado (elitista o no), y lo otro (que ahí sí, ni siquera sé de qué se compone) separarlo en lo que realmente es. Con ello me refiero, coyunturalmente a los foros y asambleas de cultura que se están dando con respecto a la próxima ¿apertura? ¿creación? ¿funcionamiento? del Ministerio de Cultura.
A veces creo que teorizar prácticas desde el punto de vista de la sociología, hace mucho daño. El juego del mucho abarca poco aprieta...
10 comentarios:
"Por ello, es menester reunir todo lo que tiene que ver con las artes y las letras por un lado (elitista o no)"...que también parecen circo de cuando en cuando...
Creo que debieron ponerle otro nombre al Ministerio: Ministerio de Antropología y Sociología y de ahí todos felices....
MINISTERIO DE IDENTIDAD señores!...
Hablas de determinadas manifestaciones humanas, antropológicas y sociológicas que para ti NO son cultura.
Me gustaría saber entonces qué es Cultura para tí?
Y por qué la cultura popular no puede relacionarse con la cultura de élite? Que carajo es cultura de élite?
La verdadera elite es de intelectualidad, de conceptos, de principios, de valores, desensibilidades,de talento.
Y no importa si viene de un sector hegemónico o marginal, centrista o periférico, de terminada clase social u otra, de tradición o vanguardia. De influencia eurocentrista, occidental o más cercana a nuestros propios procesos de países del tercer mundo, de un país latinoamericano, amplio diverso, como nuestra gente, como nuestra identidad.
Qué es cultura para tí??????
Sí, yo creo que hay que delimitar o determinar el "rango de acción" de ese ministerio, establecer de qué mismo estamos hablando cuando decimos Ministerio de Cultura; el problema ha surgido precisamente por el sentido –¿impreciso quizás?, ¿ambiguo?– del vocablo cultura.
Yo entiendo perfectamente lo que quieres decir.
Dal no defiende "lo culto" ni denosta "lo popular",no es eso lo que ella dice.
saludos
Estuve en Quito hace 3 semanas y pasé por el Ministerio de Cultura. Ví, esperando antes de conversar con Antonio Preciado, en el escritorio de su secretaria, un sinúmero de comunicaciones dirigidas a diversos ministerios de cultura de Sudamérica. Ahora, leyendo el blog de casa de las iguanas, sé que el ministro Preciado está en Venezuela en un encuentro de ministerios de Cultura. Lo bueno es que el hombre está empapándose de cómo son los procesos llevados a cabos en otros países con respecto a esa cartera de Estado. Cuando conversé con él me comentó que espera que el ministerio integre las ideas y sugerencias de la gente común, los artistas y los intelectuales, para comenzar con una base. Esto recién está comenzando y el debate que se genera aquí es bueno, porque precisamente se debe definir el campo de acción del ministerio. De lo que conversé con él, espera potenciar el acceso a y la cristalización de productos culturales; la ejecución de diversos proyectos artísticos, capacitación y fomento de los mismos entre los sectores marginales (por el lado de las zonas urbanas); una agenda de investigación y difusión de nuestras culturas tradicionales (por el lado rural). Es decir, un enfoque que integra el aspecto artístico con el aspecto identitario. Por un lado, reforzar lo que ya se produce actualmente en el paìs en las artes; y por el otro, empezar a conocer nuestra identidad. Yo lo veo realmente lògico. En esos dos aspectos creo se basa la propuesta. Y no creo debemos satanizar lo "folklòrico" o "lo marginal", o lo "eurocentrista" o "elitista" (mal se llama asì a algunas artes, pero hay muy buenas excepciones en cada campo de èstas tambièn). Creo que es hora de conocer y desarrollar mucho màs profundamente ambos campos y conciliar de una buena vez lo que se ha denominado "alta cultura" y "cultura popular", clasificaciones que existen pero que no deberìan existir, pues la cultura es una sola. En todo caso, ambas son ricas y deben conciliarse; pero primero debemos rescatar lo popular y tradicional como base, ya que por mucho tiempo ha estado marginado para beneficiar a lo otro. Primero empecemos a conocernos. Yo me voy por el comienzo de un proceso de conocimiento identitario; en un porcentaje del 60%, sin marginar al campo artìstico al que destinarìa el 40% restante de esfuerzos. Establecer por cuànto tiempo se tomarà recopilar lo primero, y una vez obtenida gran cantidad de informaciòn y clasificaciòn, ahì sì equiparar los esfuerzos.
Saludos,
Jorge Osinaga
En el marco anterior que nombré, váyamos a los márgenes para conocerlos y entenderlos, y ahora sí podamos salir de ese centrismo tremendo que nos ha impedido conocer cosas riquísimas que hemos dejado a un lado. Qué aportes sacaríamos de tanto que hemos desconocido!
Saludos,
Jorge Osinaga
Desde mi punto de vista el ministerio de Cultura no tendría que haberse creado.
Su creación es una piedra más en la burocratización.
Estoy de acuerdo con que se defina qué se entiende aquí como cultura pero sospecho que la diferencia que hace Dalila es si todo lo cultural es arte o no, en sus diversas manifestaciones. Creo que he ahí la cuestión, de ahí que todo sea cultura, desde un punto antropológico pues no puede negarse, en cuanto elaboración humana. De ahí que todas estas elaboraciones llegan a lo que es arte, bastante diferente. Ahora, el problema es que el arte, siempre es minoritario y elitista, entonces o se lo asume como tal, o se discute sobre la cualidad de arte de las elaboraciones. COmo decía hace poco un director de teatro de Guayaquil. ¨Yo hago teatro para las élites y no me da miedo decirlo¨Entonces, idependientemente de que me parezca que hace ärte¨, fue lo suficientemente claro en ubicarse y definirse frente a un auditorio. Hay miedo de decir, sí, soy intelectual, sí, me interesan algunas elaboraciones culturales artísticas y no todas. En fin.
Lindo tema, mi estimada.
Aunque eso de ligar MINISTERIO y CULTURA me parece extraño, lo ministerial es tan espeso como lo municipal, es burocrático, refractario a la creatividad de lo cultural. Creo que los artistas debemos mantenernos alejados de los burócratas, no tienen nada que ver en lo que nosotros hacemos, los burócratas no sirven solamente como tipos novelables de la miseria humana. Y que unos cuantos artistas se presten al cargo burocrático... bueno, es supongo (y porque siempre hay que pensar bien de nuestros amados semejantes) una muestra de desprendimiento total porque ¿que puede haber más repugnante para un artista que un empeño burocrático?
S. Páez
muertte a los los malabaristas
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