Ídolo

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Morrissey

martes, septiembre 11, 2007

La ingenuidad como respuesta a todo y el lado oscuro de la fuerza

Por esa creencia de que siempre te vas a encontrar con gente buena. Por pensar que una sonrisa te abre las puertas en cualquier parte. Por sonreír a cualquiera y pensar que estás haciendo el bien. Por creerte bueno. Por no cuestionarte la existencia de la maldad. Por caminar descuidado pensando que nunca te va a pasar nada. Y por nuevamente sonreír a cualquiera y conversar con desconocidos en la fila de cualquier cosa. ¡Salud por eso! Por esas, algunas de las ingenuidades más estúpidas de la vida.
La credulidad…

Yes, I am blind,
but I do see
evil people prosper
over the likes of you and me. ALWAYS

Ayer he encontrado a la credulidad hecha persona. Una sueca-ecuatoriana que en cinco minutos me resumió su vida entera. La tan predecible vida primermundista de una nor-europea de 22 años. Ella jamás cuestionó mi maldad o mi supuesta bondad. Para esos seres post post-guerra, eso no existe. El mundo simplemente está dividido en pobres y ricos, y las cualidades morales no tienen cabida o poco importan al momento de catalogar a un ser humano. Por supuesto, el pobre tiende a ser bueno, estamos salvados. Soy pobre. Ella no lo notó, y creo que tampoco le importaba. Probablemente se sentía una ciudadana del mundo, ya que -como es historia conocida- ella también viajaba cada vez que podía. Y se sentía por demás orgullosa de conocer a gente en la calle. ¡Qué democrático! Llevo seis meses sin trabajar, estuve viajando todo ese tiempo. Tuve suerte, ahora trabajo en el restaurante de mi tío y conseguí donde vivir: en el cuarto de empleadas de mi primo…

Ella es mitad ecuatoriana -ya lo dije- pero nunca ha vivido aquí; sin embargo habla el español como una quiteña y eso choca a la vista y al oído, ya que más rubia y sueca no puede ser…

Ella probablemente no sabe que no todos somos iguales. Que vivimos en una sociedad contrastada, xenofóbica y racista. Y que definitivamente, no todos somos iguales. Que sí importa el color, la plata y todo eso. Porque finalmente, el elevado nivel de vida de un Sueco puede llevar a una persona a los límites de la candidez más absurda. Creer que eres bueno porque ni siquiera te cuestionas que estás siendo democrático y pluralista al no diferenciar colores y clases sociales, es un poco bobo. Ya que la rubia uniformidad vela los colores, hoy más que nunca, los chillones fosforescentes de nuestras diferencias sociales saltan a la vista.

Sí, Asamblea señores. Porque no hay peor retrato de nuestra sociedad que sentarse a ver la tele un rato y disfrutar del “sabroso entremés” que nos ofrecen las propagandas electorales. Hay de todo y a la vez nada. Una vacuidad discursiva, evasiva, demagógica y tonta. Tonta porque se hace presente otro tipo de ingenuidad que se disfraza de sapada. No al contrario. Porque si bien es cierto que la gente desinformada y en general la mayoría de la población, se dejará llevar por las ofertas baratas y caras, por otro lado, es estúpido pensar que un spot mal hecho va a convencer a la gente. Quizás me equivoque, y espero no hacerlo. Porque el hecho en sí no depende de un Alvarito gritando como cerdo degollado, o dos Gutiérrez jugando a los gemelos fantásticos, sino que la sumatoria de sandeces y boberías es lo que desvirtúa al ya de por sí desvirtuado discurso político de los candidatos a Asambleístas.

Así que, el embotamiento visual más que nada, es el que genera rechazo colectivo. Ahí la ingenuidad. No voy a analizar muy profundamente el por qué de esta situación, de cómo hemos llegado hasta aquí porque creo que todo el mundo lo sabe. Yo por mi parte, declaro a ésta, la campaña política mediática más desastrosa de toda la historia del Ecuador. Never seen before. Y las causas estás claras: inestabilidad política producto del mal manejo del país, que generó niveles de desconfianza e incredulidad suficientes para hacer tambalear y destrozar las estructuras políticas partidistas, las dicotomías ideológicas, la era de grandes líderes (o pequeños, o medianos). La era de los grandes partidos y su maniqueísmo terminó. Terminó para ser reemplazado por un escenario caótico, en donde la supuesta participación directa del pueblo y la ciudadanía, se ha visto minada por la falta de un rumbo claro. Por actuar sin norte y creer que el pluralismo es abrir la puerta a cualquiera. Mientras más, mejor: qué criterio más errado. Mientras más manos entran en el pastel, menos nos toca, está claro.

En esta multiplicación de los panes, las miles de voces que se han puesto a cantar al supuesto unísono, suenan más a chillidos destemplados que a un coro -por lo menos- desafinado.

Y que este supuesto poder del pueblo termine ya, porque es la cosa más confusa e inexplicable que ha pasado desde que tengo uso de razón. Y aunque se nos tenga convencidos de que luego de la crisis político-económica sucesiva a las caídas (no de fiestas sino de presidentes), cada vez nos acercamos más a una conciencia popular y participación desde la gente, es una irrealidad. Bendito sería si el socialismo funcionara y existiera el paraíso de lo estatal, pero sabemos que eso es iluso e imposible. Sin tomar en cuenta que es de lo más totalitario que puede haber en la viña del señor. Además de que, ya está visto, nos acercamos a un totalitarismo disfrazado de democracia. Y cierto es que creo en ciertos “fascismos” para resolver necedades y cosas irresolutas, pero “fascismos” tomados como reglas claras, fuertes, potentes, con deberes de lado y lado: estado y sociedad civil. No jugando al “quien toma el poder y lo controla todo es el más bacán”.
Guardando las distancias ya que creo que las dictaduras latinoamericanas no se repetirán jamás de la misma manera (sus estructuras de acción y pensamiento fueron de lo más ingenuas, aunque no lo crean), me viene a la cabeza el Chivo… Con el control total de todos los poderes, organismos de control y entidades estatales, destruyó a un país entero (República Dominicana). El todo siempre será peligroso, y esa nada disfrazada de algo que nos toca al pueblo, es el germen del fracaso. Ese hueco rellenado con fantasías (por ejemplo el conocido 3 de Sociedad Patriótica) y demagogia pura, está reflejado en el vaciamiento de contenidos, en el reemplazo del sentido práctico, de la lógica concreta, lo cual nos ha depositado en un nivel abstracto de palabras inaplicables a la realidad. Un discurso meta real y altamente pernicioso. Un manejo escénico de lo más burdo que descontextualiza la realidad social y la convierte en un sainete elaborado. Se están creando nuevos códigos sociales, lingüísticos y semánticos incluso, los cuales a pasos agigantados están transformando la conciencia colectiva de la gente. Tergiversando el verdadero sentido de las cosas, aceptando lo que está mal como bueno, como verdadero. Ese es el totalitarismo más peligroso. Esa es la más grande ingenuidad. Pensar que el supuesto progreso de una sociedad es el nos dicta lo que es bueno y lo que es malo, viendo solo el contexto externo, la coyuntura, el momento.
Por eso, Morrisey tiene razón.

Evil people prosper
over the likes of you and me. ALWAYS

Y si te pasas al lado oscuro de la fuerza (pregúntele a Correa si no), la vida te sonreirá como la Sueca aquella que me sonrió en la parada del Trole…

6 comentarios:

Unknown dijo...

Y esperate que aun viene la peor votación de la historia, en vivo y en technicolor!

Dalila dijo...

Por ahora no quiero pensar en ese bodrio que va a ser el voto imposible entre tanto candidato. Además de que el método ponderativo de escaños es la farsa más laberintosa y sin sentido que se ha visto por estos lares electorales. Ya vendrá algún post sobre eso. Por ahora, como ya lo dijo Jefferson Pérez, me produce trauma ver cómo se miente a la gente...

Mr. H3rv45 dijo...

Tu estás ciega, yo simplemente prefiero no ver.

Anónimo dijo...

Gilmar tu propuesta........

Dalila dijo...

ja ja! ya va la crespa loca! ques de vos ve

Alejandro RiBadeneira Aguilar dijo...

Yo tengo claro mi voto, de hecho siempre lo he tenido, solo que ahora por fin voy a poder realizar mi sueño de votar con una lata de pintura de color dorado...

¿a que no adivinan quienes son mis candidatos favoritos?

sufradektro