Ídolo

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Morrissey

lunes, diciembre 11, 2006

Happy fucking birthday

Así es. Hoy es mi cumpleaños. Y con las dudas que Alex Grijelmo me ha infundido, quisiera decir que uno de los títulos de este post iba a ser:
Porque soy como el árbol talado que retoño, aún tengo la vida...
¿Soy como el árbol talado que retoño? o soy como el árbol talado que retoña. Siempre me sonó éste último, pero en fin, que a Miguel Hernández no le puedo discutir. También debo decir que este post me cuesta escribir muchísimo, que mi sistema psicomotriz está navegando en la pfizer. Aún no regreso del infierno blanco, tan solo me dieron permiso para irme a mi casa. Me trataron muy bien allí, todas eran mujeres generosas y me vieron desnuda. Pero yo odio ese lugar, y ni siquiera pude encontrar a Panero porque probablemente él ya no sufre.
Luego recibí muchas llamadas, muchos mensajes, y no contesté ni respondí ninguno. Luego contesté y respondí llamadas que ya ni siquiera recuerdo y ya no sé ni lo que dije. ¿Quién me va a esperar? Fucking cumpleaños una vez más, lo digo y lo repito. Lo más aburrido que podía pasarme hasta el día de hoy había sido olvidarme yo misma de él. Pero ésta vez fue ya el culmen de la tontería. Tengo un nuevo amigo atado a mi brazo. Compañero inseparable durante los próximos cinco días. Ya somos una sola carne. Tiene hasta nombre y fecha de nacimiento. No, mejor dicho, fecha de encarnación. ¡Oh no! Soy un a biomáquina y no me había dado cuenta de ello.
El viernes asistí a un nuevo parto. Las putas promiscuas de mis piedras, -esas que llevo dentro- se aparearon nuevamente y dieron a luz una roca. Ay el esperpento otra vez, y su madre odiándola sin siquiera tocarla para entrar a la sala de espera. Ella y sus piedras desparramadas en una silla, mientras la niña pequeña se espantaba de ver a ese ser convulsionante y doliente. Rogando al cielo otra oportunidad. Queriendo cometer matricidio, aún sin saber si esa roca era hija suya o no. Igual, el esperpento seguía retorciéndose sobre la silla y nadie la miraba más que con desprecio. Esa roca debió ser muy altanera, porque pocas horas después pugnaba por salir desde el lugar más difícil de todos: el cráneo.
This woooooooooorld... I'm afraid..... Is designed for crashing bores....
I am not one... I am not one... And yet you can... take me in your arms and love... love me loooove me.
Ese claim de Morrisey es lo único que queda por decir, escuchar, entonar, cuando los taladros llegan impíos y pretenden agujerearte el alma.
Pero debo decir,
I'm back.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Retoño y cumpleaños. Como sembrar en luna creciente, buen augurio sin duda.

alf.

Hiscariotte dijo...

Yo retoño, el árbol retoña; si son el mismo ¿cuál es la diferencia entre poner el uno o la otra?

Volviste, y es lo que importa. Congratulaciones por soportar el parto (abierto a múltiples lecturas).

Un abrazo Dal.

Santiago Páez dijo...

El dolor es una experiencia interesante, hace que uno se vuelva despiadado, que recuerde la piedad como algo que se sintió cuando se era inocente... Bien por regresar, aquí la esperamos con un abrazo.

S. Páez

Dalila dijo...

Gracias Alfredo, retoño doloroso, pero retoño al fin...

Dalila dijo...

Hiscariotte, sí, tienes razón, es igual, si soy como el árbol, paso a soy el árbol, y ya. Es Alex Grijelmo el culpable.

Gracias por tus palabras, aquí estoy, mientras dure,

Abrazo.

Dalila dijo...

Santiago,

Tiene mucho sentido lo que dices, pero creo que el volverse un ser impío pasa por un proceso más complicado que el del instante de dolor. La razón y la respuesta están en el retorno y a su vez en la sobreventaja que te da ese desgarramiento. En el saber cómo coserte tu nueva piel. Es más, en cómo fabricártela.

Claro, todo ello está sujeto al "sujeto" y su experiencia, así que no por ello dejamos de ser -tanto tú como yo- algo demagógicos en nuestras aseveraciones. Pero que se sepa que hasta dentro de la demagogia hay algo de compasión...


Y sí, no hay estadio más aceleradamente acondicionado que el dolor, para razgar todos los velos. Es la clarividencia pura.


Saludos,

PD: No sé si pueda ir este sábado, diviértanse en mi nombre...

Anónimo dijo...

¿De qué estas enferma?
¿Cual es tu mal físico, orgánico?
De cuando en cuanto parece que vienes por acá a exorcisarlo...

Anónimo dijo...

chuta Dalila estar con calculos es una puta mierda, putea a las piedras invasoras!

y como en alicia .... feliz no cumpleaños.

Eduardo Varas C dijo...

"I am not one... I am not one.."

La certidumbre y el clamor en la voz de Morrisey... Dal, esa certeza de saber que incluso en los momentos de dolor, de taladros punzantes (depende del grosor de la broca), el 'uno' no es lo único, sino que hay 'otro' a un lado que puede ayudar a sobrellevarlo...

E incluso es un acto reconocimiento mutuo, ¿no?..

"This world is full, Oh oh, So full of crashing bores
And I must be one, cos no one ever turns to me to say
Take me in your arms, Take me in your arms
And love me, And love me"

Take care...

Alicia Dadá y Asesina sin sueldo dijo...

Cumpleaños feliz...tarara....y asi continua la cancion.

Espero que te regalen cosas bacanes, para eso sirven los cumpleaños y para nada mas.

Dia del no cumpleaños.

Alicia Dadá y Asesina sin sueldo dijo...

Y por cierto, no me agrada Grijelmo, solo quiero a los periodistas activistas.

Al resto les faltan dos grados mas.

Dalila dijo...

Lunfardo,

Mi mal es el único que existe.

Edipa,

Ja ja ja, ¡¡¡no tengo cálculos!!!
Gracias gracias.


Eduardo,
Dos brocas es como la doble negación que tanto nos inquieta. Menos con menos es igual a más. You know. Pero no con todas las brocas funciona... Sí, hace falta ese acto de reconocimiento mutuo.

Kisses.


Fernanda,

No es tan malo Alex Grijelmo, a mí me divierte mucho...

Gracias, gracias

Un abrazo,



Dal.

Anónimo dijo...

Lila:

Si tu mal es: "el único que existe", pecas de no original.
Y eso si es un remal...

Lun