No sé si en realidad necesite estar constituida en algo. Si tengo que estar atenta o no. Si debo guardar información imprescindible o no. ¿Es imprescindible en verdad esa información que guardo? No lo sé. Hoy es uno de esos días partidos por la mitad. Día de sábana enredada. Día de lluvia incipiente y mediocre. Hoy no quise pasar por el filtro de la contextualización, y estuve huyendo hacia mis mundos de letras. Auto referente todo el tiempo, meta sujeto sentado en la vereda, leyendo la única parte de la revista que le interesa: la que escribí yo. Y aún sé que esas líneas son un remiendo de lo que soy, unos zapatos de cuero falso. Lo malo que los demás creen que es cuero y lo utilizan como tal. No, ni siquiera estoy segura de esto último. Ok, no me ha pasado nada que no navegue dentro de mí misma, Amaru, aún puedo decirte que la proyección de tu doble vida nocturna, en la que soy un personaje inquietante e inquieto, estará acercándose a la puerta. Tocar la puerta. Toc Toc. No, sé que perderme en laberintos bien estructurados y definidos no es la solución a la inconsistencia de la realidad. ¿Quién quiere verme chateando en una reunión social? Yo, despreciando la carne y el contingente humano a mi alrededor, por vivir la meta palabra. Con tantas “metas”, ya casi parece que voy a tener tesón alguna vez. Por eso el convertirme en fantasma urbano que pasa entre la gente sin ser vista, con un libro, papel, revista, periódico bajo el brazo, es la postura más decente que encuentro el día de hoy. En un impensado acto de fuga, salto hacia las palabras que me esperan estáticas, con su estética pelotón, y reemplazo el acto fisiológico de la comida, por un periódico que no dice nada. Nada salvo tratar de devolver lo amorfo de la vida en un acto/arte geométrico. Y tratar de entender al arte como un compendio de actos citadinos, de agendas y crónicas de eventos, de obras, de presentaciones, de exposiciones, de conciertos, de eso que es una necesidad de colectivo. De eso que es querer dar forma a una sociedad informe. De eso que es mostrar el frénetico paso del tiempo. Y la angustia producida por él. Por esa animosidad de querer abarcarlo todo, de no perderse de la vida. Y a la vez, esconderse detrás de las macetas, con una hoja de periódico, mientras pienso ¿Por qué no traje el diario completo?
Así, la angustia de la “desinformación” se contrapuso a la de la acción. Me encierro en sobre-realidades hipertextuales, o me desbarato en posar la carne sobre el asfalto, agarrarme de un automóvil en marcha, y dejarme arrastrar por toda la ciudad. Por la ciudad y sus construcciones. Por la ciudad y sus hijos, que, como lo dije en un post anterior, son mis hermanastros malvados. Sí, a lo Cindyrella. Mis desvaríos de personaje de fábula, con mis psicosis colectivas y todo. Con mis traspasos y transfusiones de sangre, sudor, lágrimas y demás humores. Con la capacidad de alteridad alterada. Eso y nada más.
Dudo, dudo mucho, no del resto, sino de mí. Y de ti también, de lo que somos, de quiénes nos ven, de cómo nos reconstruyen y de todo eso que llevamos cargando en esas falsas áureas de metrópoli pueblerina en decadencia. Disfrazada de Europa. Voy al teatro, compro entrada para El Pipa, y digo amo el flamenco, y me convierto en una espectadora snob más. Sí, eso. Allá los que me creen, si ni yo misma sé de dónde vengo. Probablemente conozco menos de la vida que un albañil, y sin embargo estoy haciendo alharaca en este blog, que quién sabe para qué coño lo abrí. Por otro lado, creo en la palabra y en su omnipotencia. Y en lo impenetrable e invulnerable del lenguaje. Pero, lastimosamente no todos lo hacen (y yo tampoco a veces) y entonces se comenten ligerezas. Casi como escribir baca o vurro. Y por si esto fuera poco, las premisas se convierten en realidades, y ahí si pasan cosas como que existe el apellido Baca, y en este caso, ya no se puede hacer nada más que sentarse a reir. De mí, de ti, de ellos y de todo. Y de todas las patrañas que leo, que escucho, que miro, que digo y que me dicen. Sí, eso. No tengo nada más que decir salvo que convertiré todo esto en una fábula sin moraleja, para poder sobrevivir. Todo es ficción señores, no traten de buscarle el escondrijo a mis palabras. Son lo que son y nada se parece a nada, ni menos aún es verosímil.
Yo soy todo menos verosímil, es decir, no me parezco a la verdad de nadie. A la que cada cual sostiene de mí, por eso, seré personaje maleable, pero sepan que abandono ese personaje, le despojo de alma, y que quede como globo desinflado y que cada cual le rellene con lo que quiera. ¡Que vivan las autonomías! Y los títeres separatistas. Que viva el manoseo, el maniqueísmo y la manipulación consciente. Que viva todo eso, pero lejos de mí.
Así, la angustia de la “desinformación” se contrapuso a la de la acción. Me encierro en sobre-realidades hipertextuales, o me desbarato en posar la carne sobre el asfalto, agarrarme de un automóvil en marcha, y dejarme arrastrar por toda la ciudad. Por la ciudad y sus construcciones. Por la ciudad y sus hijos, que, como lo dije en un post anterior, son mis hermanastros malvados. Sí, a lo Cindyrella. Mis desvaríos de personaje de fábula, con mis psicosis colectivas y todo. Con mis traspasos y transfusiones de sangre, sudor, lágrimas y demás humores. Con la capacidad de alteridad alterada. Eso y nada más.
Dudo, dudo mucho, no del resto, sino de mí. Y de ti también, de lo que somos, de quiénes nos ven, de cómo nos reconstruyen y de todo eso que llevamos cargando en esas falsas áureas de metrópoli pueblerina en decadencia. Disfrazada de Europa. Voy al teatro, compro entrada para El Pipa, y digo amo el flamenco, y me convierto en una espectadora snob más. Sí, eso. Allá los que me creen, si ni yo misma sé de dónde vengo. Probablemente conozco menos de la vida que un albañil, y sin embargo estoy haciendo alharaca en este blog, que quién sabe para qué coño lo abrí. Por otro lado, creo en la palabra y en su omnipotencia. Y en lo impenetrable e invulnerable del lenguaje. Pero, lastimosamente no todos lo hacen (y yo tampoco a veces) y entonces se comenten ligerezas. Casi como escribir baca o vurro. Y por si esto fuera poco, las premisas se convierten en realidades, y ahí si pasan cosas como que existe el apellido Baca, y en este caso, ya no se puede hacer nada más que sentarse a reir. De mí, de ti, de ellos y de todo. Y de todas las patrañas que leo, que escucho, que miro, que digo y que me dicen. Sí, eso. No tengo nada más que decir salvo que convertiré todo esto en una fábula sin moraleja, para poder sobrevivir. Todo es ficción señores, no traten de buscarle el escondrijo a mis palabras. Son lo que son y nada se parece a nada, ni menos aún es verosímil.
Yo soy todo menos verosímil, es decir, no me parezco a la verdad de nadie. A la que cada cual sostiene de mí, por eso, seré personaje maleable, pero sepan que abandono ese personaje, le despojo de alma, y que quede como globo desinflado y que cada cual le rellene con lo que quiera. ¡Que vivan las autonomías! Y los títeres separatistas. Que viva el manoseo, el maniqueísmo y la manipulación consciente. Que viva todo eso, pero lejos de mí.
9 comentarios:
Dalila, después de leer hoy este texto y la página de Eduardo y la de Fernanda, creo que es necesario decir que sí que todo es ficción, también el blog, sobre todo si se utiliza un nick , u otra identidad y aunque no se la utilice es imposible no disfrazarse. ¿Y esto qué significa? Pues nada, simplemente hay que asumir que todo tiene consecuencias para una misma o para los otros. Yo por ejemplo abri el blog por una falta. Según yo una falta en los medios, luego me di cuenta de que era imposible mantenerme anónima parra el fin que perseguía. Hoy mi blog ha mutado, pero en realidad, independientemente de lo que yo escribo en otros blogs anónimos, quisiera que mi blog con identidad fuera un espacio para crónicas, entrevistas, noticias. La realidad me dice que no puedo, que no hay recursos, que hay que lidiar con otros trabajos, estos sí, "reales", como dicen las personas.
El antemano es un espacio que se hace necesario, sigue escribiendo para ti y para el resto.
Maria Paulina
You just stood there screaming
Fearing no one was listening to you
They say the empty can rattles the most
The sound of your own voice must soothe you
Hearing only what you want to hear
And knowing only what you've heard
You, you're smothered in tragedy
And you're out to save the world
Misery
You insist that the weight of the world
Should be on your shoulders
Misery
There's much more to life than what you see
My friend of misery
You still stood there screaming
No one caring about these words you tell
My friend, before your voice is gone
One man's fun is another's hell
These times are sent to try men's souls
But something's wrong with all you see
You, you'll take it on all yourself
Remember, misery loves company
Misery
You insist that the weight of the world
Should be on your shoulders
Misery
There's much more to life than what you see
My friend of misery
You just stood there screaming
My friend of misery
"MY FRIEND OF MISERY"
BLACK ALBUM
METALLICA
NO ERES LA UNICA QUE SIENTE TODO EL PESO DEL MUNDO ENCIMA, Y PEOR DE ESTE PEQUENO INFRAMUNDO EN EL QUE VIVIMOS (QUITO), PERO NO HAY QUE ESCAPAR COMO UNOS COBARDES..." PARA DESTRUIR EL SISTEMA HAY QUE ESTAR DENTRO DE EL"
METAFORICAMENTE HABLANDO.... ADEMAS ESTE ES SOLO MI PUNTO DE VISTA, ACEPTARLO O NO, DEPENDE DE CADA UNO.
ADIOS
Es el cansancio de la reconstrucción a las que nos someten, Dal. Porque uno asume la ficción, pero no hay muchos lectores de esa 'meta palabra'. Esa escritura que tiene todo de falsedad, de invención, y nula verosimilitud, pero ahí están las cosas.
Leyendo encuentras la verdad, pero nadie lee bien... ¡Por eso que viva todo, pero lejos de uno!
Un abrazo, Dal.
tu blog es un periódico de ayer...
y para qué leer un periódico de ayer
Aparte de lo que uno deja traslucir en lo que escribe siempre está el añadido con el que contribuye cada lector, hasta llegar a crear verdaderos mitos en esta huevada de los blogs; no se a ti, pero a mí me parece chistosísimo.
La duda per se no es mala, cuestión de aprender a disfrutarla nomás.
Un abrazo Dal.
Yo uso mi blog, para entre otras cosas, vengarme de mis opositores, hablar de cine vintage y tratar de propagarmi fachismo.
Ahora sostienen que lo uso para conocer hombres.
Ser un personaje de ficcion...eso me recuerda a un profesor que decia que nada es real.
Al menos en este espacio nadie me mira al por decir lo que me da la regalada gana, como decia el presidente guatita.
Y creo, aunque puede que me equivoque, que tu haces lo mismo.
Por supuesto, nos diferencia tu talento como escritora y mayores conocimientos que los de quien suscribe este comentario.
Un abrazo.
solo un ignorante pùede hablar de fachismo sin conocer lo que dice, lo ciento fer
¿Sientes decirme ignorant?.
Jeje..no te preocupes que a mi no me dolio.
Como si yo te dijese lo ligera o profunda que fui al usar el termino, y que quizas no lo entendiste.
Eso tampoco debiera dolerte.
Your blog keeps getting better and better! Your older articles are not as good as newer ones you have a lot more creativity and originality now keep it up!
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