Ídolo

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Morrissey

martes, abril 07, 2009

Atrapados sin entrada




Hoy no quiero pensar en suicidios, por eso no escribí nada sobre Kurt Cobain. Su muerte. Los quince años. La adolescencia desvencijada que algunos tuvimos. Manifesté mi hartazgo sobre ese tema porque siempre he hablado del poder de lo evidente. Y hoy pienso que no hay que hacer más evidente a la muerte. No quiero recordar a alguien por el día en el que murió. No soy muy biógrafa, dejo que la obra hable por sí misma aunque muchos –o todos los- creadores siempre arrojen su vida en su obra. Por eso no necesito saber nada más. Leo y sólo leo. Escucho música y sólo escucho. No quiero saber más. Veo una peli y sólo veo. No averiguo nada sobre el escritor, el director, el músico. Considero que todo lo que necesito saber está contenido en sí mismo. Aunque siempre se filtra información y terminamos conociendo la metonímica vida del otro.

No se trata de una eternización. O tal vez. Es más bien una objetivización –aunque no parezca- del hecho creacional. Tomo el objeto como viene. Desnudo de hipervínculos. Huérfano. Por eso, las referencias necrológicas están demás. La caducidad no está en el objeto sino en la memoria.

No está en el objeto sino en la memoria. No está en el objeto. El objeto.

El objeto con el que "The Chief" rompe el vidrio del manicomio. Un lavabo gigante de mármol que carga con su descomunal cuerpo. Antes asesinó a a Randall McMurphy por piedad, para liberarlo. “No te voy a dejar aquí, no me voy a ir sin ti”, le dice antes de ahogarlo con una almohada. McMurphy intenta defenderse, aunque el electroshock -o la lobotomía- que le practicaron antes le dejó convertido casi en un vegetal. Es One flew over the cucoo’s nest, la histórica película de Milos Forman traducida también como Atrapado sin salida. La analogía de la sociedad represora con un manicomio. El que quiere romper las reglas es el que más loco está. El que dice las cosas de frente, el que es genuino y pasional, es el que más loco está. Quizás no sea una gran película, es sólo una buena película, pero la reflexión es simple y gigante. Como el indio gigante que finge ser sordomudo y autista para salir del rebaño, para romper las cadenas a su modo. ¿Para vivir dentro sin sufrir hay que fingirse idiota? Sí, al menos que no te des cuenta que tu idiotez es un don natural. Como eso de creernos superiores a los animales.

Prefiero recordar una viñeta de Condorito en la que salía de ver Atrapado sin Salida y Huevoduro le preguntaba: ¿Qué tal la película? Condorito le respondía: No sé, me atraparon sin entrada...

1 comentario:

Javier López Narváez dijo...

Para no sobrepoblar de palabras el espacio, solo esto: Cuando leí el título de tu blog, antes de leer lo que venía, pensé de inmediato en Condorito...