Ídolo
lunes, octubre 30, 2006
Por la presente le comunico...
A quien corresponda,
Soy yo, la Dal y me dirijo a ustedes. Sí, a los dos que tres que me leen para decirles que me piso panas en unos pocos días, que les quiero mucho y que no se olviden de mí, porque yo no los olvidaré... je je.
Si desaparezco más de dos semanas, háganme un favor. Búsquenme en alguna morgue improvisada de algún pueblo inmundo de la costa ecuatoriana. Posiblemente mis vengadores me encontraron.
Por ahora, seguiré escribiendo hasta que pueda,
Sniff,
Dal.
(Quiero ser tan dramática como Rodolfo Valentino y tan predecible como una granadilla)
domingo, octubre 29, 2006
Esto es más divertido que transcribir una entrevista
Con el corazón en la mano. Entre tres. León, Paulo y Leticia reescribiéndose en una metrópoli de cemento. Cemento eres y en cemento te convertirás dice Paulo mientras mira desde la azotea esa ciudad -monte- favela. Ay cómo laten esos tres corazones, cómo se deshacen entre las calles calientes y húmedas. Hay samba sí, pero en la boca de Rita, leucémica y negra. Paulo toma una píldora y deforma las camillas, las caras, las voces. Prohibido Prohibir se convierte en paradoja saliendo de su boca como un decreto extraño, fuera de foco. Todos saben que todo está prohibido en una favela, que todo estará prohibido. Vivir sin una razón violenta, ser el inocente imputado, todo tiene sentido. Seguir el hilo de la víscera, la real compasión es hundirse en el fracaso. Pero el fracaso con el corazón en la mano.
Paulo ama y cree. Ama y cree. Esos seres fantásticos que nos dan esperanzas. Pero Paulo no sabe que ama, cree que no lo hace. Es puro instinto. Salvar a Rita es puro instinto, darle una alegría en su agonía es puro instinto. León por el contrario, tiene claras las reglas del juego pero falla en algo: está entregado a todo. Y es maravilloso cómo se dan el uno al otro. Cómo Leticia abre brecha con su belleza y termina siendo perdonada porque es tan real, es tan abierto su rostro que ella sabe que moriría por ellos. Y que ellos lo harían por ella, y por Rita y sus hijos. Y terminar huyendo por un absurdo. Y terminar sangrando con herida de muerte frente a la sinrazón de la ingnorante potestad policíaca. Odio que salva de la cobardía, eso es lo que piensa León. Y Paulo y Leticia llorando el desangramiento. Impotencia mesiánica.
Un quirófano improvisado, un cuadro de una cirugía del siglo XIX. Una bala desentrañada, plata reluciente. Paulo donando su aliento para salvar a León. Retornar con con cicatrices y perdonarlo todo. Huir juntos hacia la plenitud. Mirar desde arriba la frondosa espesura verde.
Último cuadro: Los tres entrelazados. Créditos.
Prohibido Prohibir, una película de Jorge Durán.
sábado, octubre 28, 2006
Mil
jueves, octubre 26, 2006
Sorín y el cine feliz
miércoles, octubre 25, 2006
Cierre
lunes, octubre 23, 2006
Perdí
domingo, octubre 22, 2006
Aguas de marzo en octubre
Elis Regina - Águas De Março Tom Jobim
Águas de março
(Tom Jobim)
É um resto de toco, é um pouco sozinho
É um caco de vidro, é a vida, é o sol
É a noite, é a morte, é um laço, é o anzol
É peroba no campo, é o nó da madeira
Caingá candeia, é o matita-pereira
É madeira de vento, tombo da ribanceira
É o mistério profundo, é o queira ou não queira
É o vento ventando, é o fim da ladeira
É a viga, é o vão, festa da cumieira
É a chuva chovendo, é conversa ribeira
Das águas de março, é o fim da canseira
É o pé, é o chão, é a marcha estradeira
Passarinho na mao, pedra de atiradeira
É uma ave no céu, é uma ave no chão
É um regato, é uma fonte, é um pedaço de pão
É o fundo do poço, é o fim do caminho
No rosto um desgosto, é um pouco sozinho
É um estepe, é um prego, é uma conta, é um conto
É um pingo pingando, é uma conta, é um ponto
É um peixe, é um gesto, é uma prata brilhando
É a luz da manha, é o tijolo chegando
É a lenha, é o dia, é o fim da picada
É a garrafa de cana, o estilhaço na estrada
É o projeto da casa, é o corpo na cama
É o carro enguicado, é a lama, é a lama
É um passo, é uma ponte, é um sapo, é uma rã
É um resto de mato na luz da manhã
São as águas de março fechando o verão
É a promessa de vida no teu coração
É uma cobra, é um pau, é João, é José
É um espinho na mão, é um corte no pé
São as águas de março fechando o verão
É a promessa de vida no teu coração
É pau, é pedra, é o fim do caminho
É um resto de toco, é um pouco sozinho
É um passo, é uma ponte, é um sapo, é uma rã
É um belo horizonte, é uma febre terçã
viernes, octubre 20, 2006
Hay que sacarlo todo afuera como la primavera
jueves, octubre 19, 2006
La empresaria taurina
Bueno, no tengo conclusión. No sé qué más decir. Eso.
miércoles, octubre 18, 2006
¿Odio a los pitufos?
martes, octubre 17, 2006
Llegó el correo.
Y él que pensó que era un vuelo de ayaguashca.
No, nada de eso. Era una común y corriente indigestión que le devolvió en ácido clorhídrico R.E.M.
Hay una vieja loca que me queda viendo siempre. Yo la detesto. Yo la detesto. Vieja loca: ¡Déjame en paz!
No. No, no y no. Así no se hacen las cosas amiga. Tú te fuiste, ahora asume las consecuencias. Pero eso no te lo puedo decir en la cara porque soy muy cobarde. Sí, Pepito es muy cobarde y por eso prefiere esconderse bajo las faldas de su novia.
Annie Annie. Qué linda está la mar. Y yo con gripe. Y yo con ganas de irme al caribe. ¿Y mi dosis de caribe a dónde se fué? No respondas.
No me dirijas la palabra. No me hables que tu conversación me cansa. Eres como el taxista de hoy, a quien tuve que explicarle lo que era el arte contemporáneo. Cómo es que me meto en estos callejones sin salida.
Taxista: Pero sí es bonita la chica. Yo: Ssssssi, es linda.
Oye loca, esta man sí que es fotogénica. Salió guapa en el video.
Y si de fotogenias hablamos. Hoy debieron habernos tomado una foto afuera del Swissôtel protestando por los farsantes de e-vote. Y conste que yo solo pasaba por ahí...
Luego de hoy, qué más nos da. Mañana de gala con medias nailon y zapatos taco aguja. A bailar en la fiesta, para variar, falsa. Como todos los besos que me he dado últimamente.
Att,
Dalila.
domingo, octubre 15, 2006
Depresión post voto.
¡Qué clase de payasada es esta! Hoy tenía ganas de caerles a cachetadas a los que votaron mal. Luego me di cuenta de que todos habíamos votado mal de alguna manera, y aún los que no votaron, los que dejaron en blanco o nulo, también decidieron mal. Cachetadas para todos y escupitajos para el sistema.
-Yo no soy anti sistema, dale eso a los que son anti sistema. Yo voté por Roldós.
Eso me dijo Gonzalo -un amigo a quien encontré afuera del Colegio Benalcázar- cuando quise entregarle la papeleta Vote por Tico Tico. Y tampoco es que yo haya estado haciendo proselitismo por Tico Tico, el payaso de los dientes amarillos (en realidad todos los payasos tienen los dientes amarillos y nosotros también si nos pintáramos la cara de blanco), sino que en el último momento me acordé de aquella obra de "arte contemporáneo" que proponía una campaña para pegar en la papeleta de votación un papelillo que decía, nuevamente, Vote por Tico Tico. Ya saben, por lo de los payasos en el Congreso.
Yo ya empezaba a hablar huevadas y a causar risas generales cuando el Matías, mi sobrino de siete años, me ayudaba a votar. Entonces me acordé de Tico Tico, el payaso que me enseñó los planetas (quien no contaba con la astucia de que años después su canción se cagaría porque decidieron sacar a Plutón), y bueno, en un tierno gesto patriótico destinado a divertir a mi sobrino y al público presente (o al menos a los que contarían los votos) saqué el papelillo con la cara del payaso y lo doblé juntándolo por las puntas a la papeleta de diputados. Igual iba a votar nulo a la final, pero ahora tuve el plus de que mi sobrino gozó y fue feliz con mi voto. Suficiente para mí. Luego él llegó corriendo a contar a mi familia que su tía había votado por Tico Tico. Por un momento dudaron si en verdad estaba de candidato, hasta que les aclaré que era un proyecto de bla bla bla.
Para la hora del almuerzo, la sospecha del bajón post emoción del votante promedio vino a mí. Oh y ahora quién podrá defenderme. Rin Rin pues. El mismo teléfono que odio en las horas matutinas, es el que me salva en las vespertinas. Alfredo que invitaba a "hacer algo". Qué fácil es hacer ¿no? Vamos al cine. Ok. Listo. Perfecto. Y así nos olvidamos de la parafernalia mediática y parturienta del quién gana, quién gana, quién pasa. Error. La Luna de Avellaneda de Juan José Campanela es un himno a la desesperanza que edulcora la amargura con un final que no levanta ni a un guardia escocés. Más allá de análisis cinematográficos, ésta película pretende meterte en un round tras otro de knock outs en tus propias narices. Knock outs que los veías venir en tu propia vida, quizás de aquí a veinte años, pero que hoy tranquilamente podrían dejarte la sabia opción del amargado: No vivir para no sufrir. ¡Qué pesar!
Entonces, no conforme el azar maquiavélico con nuestra cabizbaja salida del cine, me encuentro con una amiga de aquellos nihilistas días colegiales, quien me da el pésame: Pasaron Correa y Noboa a la segunda. No. No puede ser. Tautología mediática. Si ya lo sabíamos todos, pero igual: No, no puede ser. Me niego. Y entonces que vivan los globos desinflados, o mejor dicho que viva el globo a medio inflar que acaba de ser atropellado por una turba carnavalera ebria. Así fue.
-¿Qué hacemos ahora?
-Inyección de chocolate a la vena.
Y así la comida resuelve ciertos problemas sentimentales...
No, no los resuelve. Sigo aquí pensando en cómo salir de todo esto. Sigo.
sábado, octubre 14, 2006
Y ahora qué
Luego me pidió mi número, era de noche y llovía. Si me quedo mañana te llamo. Si me quedo, si me quedo, qué clase de estúpida preconjetura es esa. Por favor.
viernes, octubre 13, 2006
La crónica y la novela. Quién da más.
jueves, octubre 12, 2006
Tan elegantes como los de antes
miércoles, octubre 11, 2006
Un hombre de letras
Por Dios, cómo crees que me voy a aguantar las ganas de no hablar contigo
Todd dice:
Eso hice hoy apenas llegaste
Dalilah dice:
No me digas eso
Dalilah dice:
Que me convierto en flan
Todd dice:
Ya lo dije...
Todd dice:
Demasiado tarde
Dalilah dice:
Me convertí en flan entonces
Dalilah dice:
ja
Todd dice:
(Hay momentos en los que consigues dejarme speechless y lo único que salen de mí son boludeces como "ya lo dije... demasiado tarde")
Todd dice:
jajajaja
Todd dice:
Sí
Dalilah dice:
Speechless
Dalilah dice:
Te cuento una hostoria
Dalilah dice:
Historia
Todd dice:
Dale
Todd dice:
Cuéntame
Dalilah dice:
La del hombre que tenía un hombro de letras
Todd dice:
Dale
Dalilah dice:
xxx
Todd dice:
dale
Todd dice:
DALe
Dalilah dice:
es que no puedo dibujar su hombro
Todd dice:
yo imagino el dibujo
Todd dice:
improvisa en la representación
Rocío dice:
pero es el típico dibujo en las época arcaicas nos hacían dibujar con una máquina de escribir
Dalilah dice:
es un hombre de letras
Dalilah dice:
pero no por culto
Dalilah dice:
sino porque su perfil está hecho de letras xxxxx
Dalilah dice:
pero no es pornográfico
Dalilah dice:
solo está confundido
Todd dice:
pues estás improvisando bien
Dalilah dice:
el hombre de letras me prestaba su hombro de letras cuando yo estaba triste y se lo empapaba todo con mis lágrimas
Dalilah dice:
entonces él tenía que someterse a una sesión de secado intenso, si quería volver a verme
Dalilah dice:
porque yo con mis lágrimas lo empapaba todo, tanto que se volvía tan frágil y podía romperse en cualquier momento
Dalilah dice:
porque era de papel
Dalilah dice:
y tú sabes que el papel es muy frágil cuando se moja
Todd dice:
claro
Dalilah dice:
además, él solo podía verme muy poco, porque tú sabes, la tinta no era indeleble, y con tanta lágrima pues estaba por desaparecer después de un año de haberme prestado su hombro
Todd dice:
y cómo hizo?
Dalilah dice:
así que luego tuvo que prestarme el otro, puesto que un día, el hombro donde yo solía recargarme, desapareció. Se borró por completo
Dalilah dice:
entonces me prestó el izquierdo
Dalilah dice:
una vez que me tropecé en la calle y me torcí un tobillo
Dalilah dice:
le busqué para que me preste su hombro y fue tanto mi llanto que terminé por borrar ese hombro también
Todd dice:
y qué pasó de ahí
Dalilah dice:
entonces el pobre hombre de letras se quedó sin hombros y se entristeció mucho porque yo no tenia donde recargarme
Dalilah dice:
y yo le dije: No importa, yo no voy a llorar y así puedes seguir escrito/dibujado en el papelito
Dalilah dice:
Él se puso feliz y yo un poco inquieta porque no sabía si en realidad podría cumplir mi promesa
Todd dice:
y cómo se definió todo
Todd dice:
estás en esa inquietud?
Dalilah dice:
Entonces la cumplí
Dalilah dice:
sí, la cumplí durante algunos meses. Ya no lloré por nada
Dalilah dice:
y sí, evité caerme o al menos herirme, poniéndome esponjas en el cuerpo
Dalilah dice:
y no le llamé, puesto que ya no lloraba
Dalilah dice:
Ya no sabía para qué llamarlo, con qué motivo verle
Dalilah dice:
y me olvidé de él
Dalilah dice:
de las letras xxxxxxx y de todo
Dalilah dice:
de la calidad de su papel y de las manchas de lágrimas que yo había dejado en él
Dalilah dice:
Pero un día que iba caminando por la calle
Dalilah dice:
luego de muchos años en los que no había llorado
Dalilah dice:
encontré un papel hecho puñete, sobre la banca de aquel parque en donde yo me sentaba a borrar sus hombros cada vez que me caía.
Dalilah dice:
Abrí el papel...
Dalilah dice:
al tocarlo sentí que estaba húmedo
Dalilah dice:
Cuando lo vi, solo había manchas borrosas grises que aún goteaban por la faz del papel
Dalilah dice:
Creí ver un par de equis que asemejaban un zapato abandonado...
Dalilah dice:
FIN
Todd dice:
insisto....
Todd dice:
en este momento te doy un abrazo de ficción...
Dalilah dice:
yo también...
Dalilah dice:
esta historiecilla que la acabo de inventar en la marcha
Dalilah dice:
es para ti
Todd dice:
si ves mi foto?
Dalilah dice:
si
Todd dice:
mírala bien....
Todd dice:
pero muy bien
Dalila dice:
Ok
Todd dice:
la ves?
Dalilah dice:
si
Todd dice:
bueno....
Todd dice:
sonríe por ti...
Dalilah dice:
..........
Dalilah dice:
en los puntos va un sentimiento que acabas de provocarme que no puedo describir
Dalilah dice:
Pero se asemeja a las lágrimas de felicidad
martes, octubre 10, 2006
Rodando
domingo, octubre 08, 2006
Flower Power
viernes, octubre 06, 2006
Biomáquinas
Luego escuché un suspiro en mi oído. Uf... Por fin. Olí cadenas de carbono y me bajé con sus palabras retumbando en mi caja toráxica.