No te atrevas, ni se te ocurra, no alcanzamos las dos en el asiento. No, no... ¡Plaf!
Socorro, estoy aplastada contra la ventana, me duele el brazo. Su pierna y su cadera están sobre las mías. Me redujo a la mitad. Soy una conserva, una mermelada de uva.
No quiero comer, no tengo hambre. Ay muchas gracias, no debió molestarse. Mmm... y ahora qué hago, no me gustan las habas, qué asco. El queso sabe a chivo, no debo quedar mal. Sonríe, sonría, traga sin respirar, eso, así está bien. No tengo cepillo de dientes.
A las tres te caigo. No tengo ganas de ir. ¡Ah! No contesté el teléfono porque... porque estaba en el baño. Ya voy. No quiero ir. Otra vez ver tu cara de imbécil frustrado. Te extraño mucho, no puedo esperar para dormir abrazada a tí. Ojalá esté de buen humor, una película aunquesea.
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