Toque de queda (Closing Time)
Creo que es justamente el punto de partida de la ficción. Es un espacio, aparentemente muerto, un tiempo asesinado, robado al momento histórico. Sin embargo, entre estas nociones de atemoporalidad que proponen un tiempo muerto, empieza toda una ebullición de partidas y llegadas. Entre dos espacios, entre dos tiempos suspendidos está el toque de queda. Que, por cierto, no se queda en ninguna parte, y que existe únicamente en el plano de la ficción. El toque de queda es puramente anticipatorio, en él no pasa nada, pero pasa todo, desde un nivel narrativo-ficcional. Es el punto mismo y origen exacto de la creación. De allí nacen los hot spots. Y es una analogía de la leyenda, el principio y el final, el texto extraído, el entrelíneas, el pie de página y el prólogo, todos con cualidad anticipatoria a una realidad desconocida. La leyenda -como proceso carnavalesco- sugiere una apropiación de lo suspenso, de lo inmóvil. Y dentro de este ir y venir de acciones re creadas, entonces aparecen las creaciones tan fidedignas que construyen nuevos sujetos fictíceos. Personajes que conviven dentro del relato de la leyenda, y que igualmente, se anticipan a sus contrincantes, los pertenecientes a ese plano real que cada vez más se entremezcla dentro del agujero negro, el toque de queda.
Considero estar dentro de un hotspot transitorio, como todo buen hot spot debe ser. Una idea construida a partir de figuraciones históricas, debe tener, en cierto sentido, una presencia histriónica. Ser una representación colocable dentro de un plató. Es decir, qué es lo que puede ser o no exhibible, en qué momento la suma de representaciones de la cotidianidad se anticipan a un escenario conocido. Uno puede estar en constante deconstrucción, dentro del espacio de ficción que ha creado -naturalmente- a través de la palabra. Puesto que la palabra, narrativamente hablando, es per se, un escenario, es una representación y a la vez es la obra completa. Obra que se multiplica infinitamente y que tiene la capacidad de la ubicuidad. Por ello puede llegar antes de los hechos, puede existir dentro de su pieza de teatro, mucho antes de que los acontecimientos se sucedan. Un anticiparse constante a la realidad. De ahí que la cualidad más importante de la ficción es ser siempre anticipatoria. Puede ser fidedigna o no, pero en tal caso, se anticipa a sí misma, al producto final, que obviamente, gracias a la suma de representaciones, se convertirá en un nuevo texto. Es así como las narrativas están en costante mutación y todos somos parte de ello.
5 comentarios:
Te lo digo en el buen sentido: tu post me ha dado retorcijones neuronales. Se me viraron las tripas del cerebro y no sé si regresarán a su sitio. Muy interesante el proyecto Closing Time y todo lo que dices alrededor del tema (lo sentí como un estudio poético y epistemológico de la creatividad).
G.R.A.
Habrá que ordenar tus sinapsis y tus dendritas con otro post más ligerillo. Te aconsejo que leas a Ubaldo, de la Novelita por entregas que está posteado más abajo. Je je.
No, por fa, no te aligeres, por mí síguele dando vueltas al tema, que a mis neuronas les gusta hacer deportes extremos.
Ya voy a leer a Ubaldo.
G.R.A
Dalila, toda la postura ficcional derramada en el post... yo lo llegué a sentir como un manifiesto y bueno...te manifiestas en esas palabras per se...
Saludos
Por cierto, el grupo es Semisonic y también tuvo un éxito con 'Secret Smile', así que técnicamente fue un grupo de two hit wonder...
Siiiii claro, ya me acuerdo...
Nobody knows it, but you got a secret smile, and you use it only for me...
Gracias Eduardo Varas Carvajal, por ser mi ayuda memoria, la verdad lo necesito mucho. Tiendo a olvidar casi todo.
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