Ay Pedro Juan. Pedro Juan. Cada vez que te leo, al menos en los pasajes más intrincados y viciados, no puedo dejar de regresar a la contraportada y pasmarme unos segundos mirando ese rostro de excomulgado. Debo haber regresado a verte una treintena de veces para descubrir inútilmente, qué es lo que te hacía -o te hace- tan atractivo a las mujeres. De dónde sale tanta templadera, tantas pingas explotando, tantas mujeres abiertas de piernas, tanto ron, tanta mierda. Tanto hedor. Pedro Juan vive en la mierda, come mierda, respira mierda y se baña en mierda. Para sazonar la miseria y ponerle ritmo a la sordidez, se echa una jebita cada vez que puede. Compra ron cada vez que tiene dinero y trabaja en lo que salga. De basurero, de puto, de recolector de latas, de vendedor de contrabando, de recolector de mendigos, de limpia mierda.
No hay atractivo tal. Cualquiera se folla a cualquiera en Centro Habana. Habiendo aún mucha belleza, da igual tirarse una vieja setentona o una mulata de cuerpo firme y fibroso. Ay Pedro Juan, hay que volverse duro, hay que escupir al amor, hay que maltratar a quien te trata bien y no esperar nada de la vida. Y aún se sufre. Porque Pedro Juan sufre, y él mismo lo ha dicho. Los últimos días escribió el Rey de la Habana, llorando sin parar. Y tú Pedro Juan que te exforzaste tanto por secar el llanto a punta de orgasmos y resacas. Casi me enseñas algo, casi te doy la razón. Casi quiero ir a Cuba. Casi.
4 comentarios:
Casi me gustaría ser Pedro Juan... pero sólo casito no mas!!!
Así pasa cuando un libro te cautiva. Puede ser mierda, pero te la comes.
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(hablo en general)
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quien pedro juan es mierda???
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